Los trastornos del sueño en los niños repercuten negativamente en su desarrollo y en su rendimiento escolar. No hay un patrón de sueño homogéneo para todos los niños, pero cuando los padres sospechan que puede haber algún problema deben de ir al especialista para hacer un diagnóstico y que defina las pautas a seguir. Te mostramos los trastornos del sueño infantiles más frecuentes.
“Hasta el 30% de la población infantil tiene alteraciones crónicas del sueño” según la publicación Trastornos del sueño en la niñez de la Asociación Española de Pediatría . Cuando los niños no duermen bien, los trastornos del sueño les produce una serie de consecuencias negativas en su desarrollo, en su conducta y en el rendimiento escolar. El Instituto del Sueño señala que los bebés recién nacidos duermen unas 16 horas al día repartidas en bloques de 4 horas y, poco a poco van durmiendo toda la noche. Entre los 2 y los 4 años los niños duermen por la noche unas 10 horas, además de las dos siestas habituales. Además, señala que es “a partir de los 3 años cuando disminuye la necesidad de dormir durante el día”, desapareciendo prácticamente antes de los 6 años. A partir de los 7 años muchos niños ya no necesitan hacer la siesta. Una vez son adolescentes las horas de sueño están entre las 7 y las 8 horas. El Instituto del Sueño también señala que cada niño presenta unas necesidades y “no hay un patrón de sueño homogéneo”. Pero cuando los padres observen que a su hijo le cuesta dormir por la noche, está cansado o durante el día es somnolientos, su hijo puede tener algún trastorno de sueño y, será importante hablar con el pediatra o especialista correspondiente para que haga una valoración adecuada.
¿Cuándo se habla de trastorno del sueño infantil?
Es una pregunta que os hacéis muchos padres y, siempre, os la deberá de contestar y explicar un especialista cuando atienda en la consulta a vuestro hijo. Tomando como referencia la Guía Práctica sobre Trastornos del Sueño en la Infancia y Adolescencia en Atención Primaria del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, se engloba a los pacientes en tres grupos:
- El niño al que le cuesta dormirse y dentro de este grupo señala el insomnio por higiene del sueño inadecuada, insomnio conductual, el síndrome de piernas inquietas y el síndrome de retraso de fase.
- El niño que presenta eventos anormales durante la noche, en este grupo sitúa el síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño pediátrico (SAHS), el sonambulismo, los terrores del sueño o nocturnos, el despertar confusional, las pesadillas y los movimientos rítmicos relacionados con el sueño.
- El niño que se duerme durante el día: privación crónica del sueño de origen multifactorial, la narcolepsia.
Principales Trastornos del sueño infantil
Para definir cada uno de los trastornos del sueño que se incluye en esos tres grupos de pacientes, nos vamos a basar en la guía Aprendiendo a conocer y manejar los problemas de sueño en la infancia y adolescencia . Como venimos diciendo durante todo el post siempre será el especialista quien hará el diagnóstico adecuado del trastorno infantil que puede tener tu hijo.
– El Insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o la sensación de no haber tenido un sueño reparador durante al menos un mes. El niño puede tener un insomnio conductual, en este caso es incapaz de dormirse si está solo, lo que le provoca ansiedad o puede mostrar resistencia a la hora de acostarse. También puede ocurrir que el niño se despierte por la noche y, para volver a dormirse puede necesitar que lo mezan, le canten canciones o que estén los padres con él. Otro tipo es el insomnio por higiene del sueño inadecuada, provocado por la realización de ciertas actividades o conductas que impiden tener un sueño correcto. Tiene que ver con las siestas frecuentes durante el día y con el “consumo rutinario y antes de acostarse de chocolate, refrescos de cola, alcohol o cafeína; la realización, también antes de acostarse, de intensas actividades mentales, físicas o emocionales y el uso de tecnologías”.
– El Síndrome del retraso de fase, es un insomnio que el niño tiene a la hora de acostarse y, además, tiene dificultad para despertarse por la mañana en el momento deseado. Además, esto repercute en tener somnolencia durante el día. Una vez se ha conciliado el sueño, se duerme de manera normal. Las consecuencias de este trastorno son somnolencia, se disminuye la capacidad de atención y se tiene un bajo rendimiento escolar.
– Apnea-hipopnea obstructiva del sueño pediátrico (SAHS), es un “trastorno respiratorio que se produce durante el sueño”. Este trastorno es diferente en los niños respecto a los adultos. Los niños tienen un sueño intranquilo con movimientos. Como su sueño se interrumpe estos niños tienen más cansancio, dolores de cabeza por la mañana, irritabilidad, un mal rendimiento escolar y aumenta su actividad.
– El sonambulismo, se produce en edad escolar y se resuelve con la edad, “el niño se levanta de la cama y camina sin ser completamente consciente de lo que le rodea”. El niño no recuerda lo que ha pasado.
– Los Terrores del sueño o nocturnos, son muy parecidos a una pesadilla. El niño que está dormido se incorpora en la cama de manera brusca y alterado. No tiene la capacidad de ver ni de escuchar y, cuando termina se vuelve a dormir. Tampoco recuerda lo que ha ocurrido.
– Las pesadillas “son ensoñaciones largas, elaboradas, complejas, con aumento progresivo de sensación de terror, miedo o ansiedad”. El niño se despierta asustado y sí recuerda lo que ha soñado, pensando en algunas ocasiones que es verdad.
– Los movimientos rítmicos relacionados con el sueño, no se conoce la causa de estos movimientos que podrían ser realizados para conseguir conciliar el sueño o por causa de una conducta aprendida. Tienen lugar cuando el niño se acuesta y se está quedando dormido, se repiten y afectan a determinadas partes del cuerpo.
– La Narcolepsia es poco frecuente durante la infancia. “Es un trastorno de la regulación de una fase del sueño” y los síntomas que presenta son: la somnolencia durante el día; la cataplejía que es una “pérdida brusca del tono muscular desencadenada por una emoción intensa”; los sueños vividos y la parálisis del sueño.
Los niños siempre necesitan una serie de rutinas que les ayudan a conciliar el sueño y descansar. Como hemos dicho no hay un patrón de sueño homogéneo que sirve a todos los niños, pero cuando los padres observéis que puede tener algún trastorno del sueño debéis de acudir al especialista para que no repercuta en su desarrollo. ¡Dormir bien es una función vital para todos!
0 comentarios