Cuando una persona duerme mal y no duerme las horas necesarias se conoce como síndrome de “sueño insuficiente”. Dormir mal principalmente es debido a las condiciones sociales y en ocasiones familiares que conlleva a que se duerman menos horas de las que una persona necesita.
La privación voluntaria del sueño, las alteraciones de los patrones del sueño y cada una de las patologías relacionadas con el sueño indicen en la calidad del mismo, llevando a riesgos y patologías como pueden ser la depresión y ansiedad, pérdida del control de diabetes, y problemas cardiovasculares.
En algunos casos la privación del sueño puede ser puntual pero deberíamos alarmarnos cuando ésta afecta a la calidad de vida, al nivel del estado de ánimo y a la motivación.
Dormir mal ocasiona problemas de salud como:
• La mala calidad de la vigilia asociada a dormir mal repercute a un mayor riesgo de accidentes laborales y de tráfico.
• Problemas de crecimiento ya que la hormona de crecimiento se produce en las primeras horas de la noche por eso la buena calidad del sueño en determinadas etapas de la vida como es la edad infantil y la adolescencia, es decisiva para un correcto crecimiento.
•Otro de los problemas de dormir mal es la obesidad, se ha observado una tendencia de obesidad en personas que trabajan en turnos de noche ya que tienen una ingesta de alimentos más grande durante la noche. La obesidad favorece la apnea de sueño y la falta de sueño producida por las apneas favorecen el riesgo de sufrir diabetes y lleva a un mayor riesgo de obesidad.
• Depresión, igual que la falta de sueño favorece a la depresión, esta favorece alteraciones de sueño. Es difícil saber si fue primero la depresión o la falta de sueño. Lo mismo ocurre con el estrés
• Hipertiroidismo favorece la aparición del insomnio y por lo tanto dormir mal durante un periodo largo.
• La falta de hierro, debido a la anemia puede desencadenar el síndrome de piernas inquietas y al mismo tiempo provocar insomnio
• Asma, medicamentos para el asma también favorecen la aparición de problemas de insomnio.
Dormir poco o dormir mal habitualmente se ha convertido en un problema importante de salud pública. Hay estudios que demuestran que dormir bien aporta felicidad, la misma que ganar la lotería. ¿Sorprendidos?
Los trastornos del sueño son peligrosos, pues afectan a nuestra salud y a nuestro bienestar general. Ahora, una investigación aporta más peso a esta afirmación, planteando que los efectos de una buena noche de sueño son tan beneficiosos para nuestra felicidad y nuestro bienestar como ganar la lotería, por tanto dormir bien aporta felicidad.
Según el CDC, no dormir bien y lo suficiente reduce la calidad de vida. Más de un tercio de los adultos no duerme lo suficiente cada día.
El nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Warwick (Reino Unido) sugiere que mejorar la calidad del sueño y dormir bien aporta felicidad ya que puede hacernos tan felices como ganar la lotería. Los investigadores examinaron los patrones de sueño de 30.594 personas mayores de 16 años durante un período de 4 años. Las variables analizadas sobre el estudio de dormir bien fueron: la cantidad de sueño, la calidad del sueño y el uso de medicación para dormir.
Para medir los resultados, el equipo utilizó el Cuestionario General de Salud (GHQ) y emplearon modelos de regresión lineal en cada solución, ajustando los factores que potencialmente podían influir en los datos como el sexo, la edad, el origen étnico, la educación y la situación laboral.
Los resultados revelaron que una mala calidad de sueño y no dormir bien, podía empeorar las condiciones médicas y los estados emocionales, así como el uso de medicación.
Hay estudios que demuestran que dormir bien aporta felicidad, la misma que ganar la lotería
Por contra, las mejoras en la cantidad y calidad del sueño -sobre todo esto último-, así como el uso de menos medicación para dormir, fueron asociadas a puntuaciones más altas en las escalas salud y bienestar. Las mejores puntuaciones fueron comparables al bienestar producido por ganar un premio de lotería mayor que 250.000 dólares.
Todo este estudio ha sido publicado en la revista Sleep.
0 comentarios