Saber cómo elegir la firmeza del colchón | GUÍA

Para toda persona, un sueño reparador es una de las actividades primordiales para mantener una rutina productiva. A menudo se toma por sentado lo mucho que el colchón donde descansamos puede tener sobre esos hábitos de sueño, por ello se hace necesario saber cual, según la firmeza que este tenga, se adapta a tu cuerpo de acuerdo a tu peso, tu altura, tu posición al dormir y tu edad.

Existen categorías de firmeza para cada colchón, estas vienen dadas por distintos factores dentro de la estructura y materiales usados dentro de la elaboración. El grado de firmeza se ha estandarizado mediante niveles o categorías, sin embargo, al momento de escoger comodidad, la elección variará de acuerdo a la percepción que tiene cada persona del confort. Por lo que siempre se hace necesario probar de primera mano cuál es el adecuado para ti y las recomendaciones que tienen los expertos sobre el tema. En líneas generales, estas son las categorías que encontrarás en el mercado.

Categorías de colchones de acuerdo a su firmeza

Las categorías en el mercado se califican del 1 al 10, la escala ordenándose de menor a mayor dureza. Debes tener una consideración importante al momento de escoger: la firmeza no es lo mismo que el apoyo. Para que entiendas rápidamente y de manera sucinta, la firmeza puede describirse como la sensación que tienes apenas te tumbas en él, mientras que el apoyo se refiere a cómo el colchón mantiene en posición la línea de tu columna, algo que se considerará en la descripción de cada categoría para que tengas en cuenta este importante detalle.

Cada persona tiene necesidades diferentes, podrás tener una idea de aquel que sea el adecuado para ti de acuerdo a las particularidades de cada categoría.

• En extremo blando, 1 sobre 10: son aquellos que tienen un hundimiento exagerado, son demasiado blandos para proporcionar alguna clase de apoyo. Por recomendaciones médicas estos han ido saliendo del mercado así que es difícil que te encuentres uno de esta categoría.
• Ultra blando, 2 sobre 10: al igual que la categoría anterior, estos son demasiado blandos para proporcionar alguna clase de apoyo, son ligeramente más firmes pero no lo suficiente.
• Muy blando, 3 sobre 10: tienen cierto grado de hundimiento, al tumbarte puedes hundirte de 5 a 7 centímetros. Son idóneos si tienes un peso medio y muy conveniente si tu postura al dormir es de lado.
• Blando, 4 sobre 10: los de esta categoría son parecidos a los de la anterior solo que acá el apoyo es un tanto más equilibrado, no habrán tantos centímetros de hundimiento pero comparten muchos de los mismos atributos que los blandos. Como es la categoría que se encuentra en la frontera entre blandos y medios es poco común encontrar de esta categoría.
• 5 sobre 10, medio-blandos: se pueden considerar ligeramente blandos pero esta categoría es la que proporcionaría un equilibrio recomendable para aquellas personas que requieran de apoyo pero también deseen algo de firmeza. Esta categoría es uno de los más comunes que encontrarás en el mercado.
• Medio, 6 sobre 10: esta es la categoría preferida por la mayoría de compradores, ya que se encuentran en perfecto equilibrio con las sensaciones ofrecidas por los blandos y los de firmeza media. Poseen un hundimiento moderado y gran apoyo para la columna.
• Ligeramente firmes, 7 sobre 10: estos proporcionan ligeramente menos hundimiento que los de la categoría 6. Son ideales si en algún momento has sufrido de dolores en la zona lumbar, te mantendrán en la superficie de la cama pero tendrás el apoyo suficiente para que no se desvíe la posición de tu columna.
• Firmes, 8 sobre 10: estos presentan muy poco hundimiento y demasiada resistencia. Si tu posición al dormir es boca abajo o boca arriba, estos podrían proporcionarte el apoyo que necesitas.
• Muy firmes, 9 sobre 10: estos poseen muchísima resistencia al cuerpo, tienen muy poco hundimiento, entre 1 y 3 centímetros, son convenientes si, al igual que con los de nivel 8, duermes boca arriba o boca abajo.
• 10 sobre 10, ultra firmes: son muy difíciles de conseguir en el mercado ya que no poseen ninguna clase de hundimiento. Estos son lo más parecido a dormir como lo hacen en la cultura japonesa, en el suelo. Se hace evidente que son solo para personas que los requieren por alguna necesidad médica especial.

¿Cómo decidir qué categoría de firmeza escoger?

Es una pregunta cuya respuesta depende de varios factores que se han mencionado pero, considerando estos apartados y consejos, podrás escoger con certeza el colchón adecuado para ti.

La posición de dormir

Este es un factor determinante al momento de escoger la firmeza. Si eres de las personas que duermen de lado, deberás considerar un colchón con una firmeza entre 3 y 6 ya que necesitas considerable apoyo para tu columna, si duermes boca abajo uno de firmeza media entre 5 y 7 será lo mejor para tu zona lumbar y, finalmente, si duermes boca arriba, lo mejor será escoger uno entre 4 y 8. Por supuesto, esto dependerá del material y de tus preferencias. Si cambias de posición al dormir, lo mejor es encontrar uno con una firmeza equilibrada.

Tu peso y tu tipo de cuerpo

Si eres algo grande, una cama blanda no te será útil, no te proporcionarán apoyo y te hundirás mucho en ellos, afectando tu columna. Si eres muy delgado, busca alguno de categoría media o si prefieres puedes ir por alguno de los blandos de categoría 3 a 4.

Sigue las tendencias

Si aún no estás seguro sobre en cuál categoría encajas y aun probando te encuentras indeciso, prueba con alguno de nivel 6. Los colchones de firmeza media tienen preferencia en el mercado y ante la duda, escoge alguno que corresponda a esta categoría.

No confundas firmeza con apoyo

Encontrarás colchones blandos con buen apoyo y firmes que carezcan de esta característica. Prueba siempre antes de decidir, siempre escoge aquel que te proporcione el alivio y las sensaciones de confort que se ajusten a tus necesidades.

No escojas colchones tan blandos ni tan firmes

Aquellos demasiado firmes no son recomendables al menos que tengas necesidades especiales. Sin embargo, los del otro extremo del espectro, tampoco lo son, al menos que al dormir tu posición sea de lado y durante la noche no cambias en ninguna circunstancia de posición. Muchas personas al tener contacto inicial con una cama blanda quedan encantadas pero, a largo plazo, estos podrían acarrear más problemas que beneficios para tu zona lumbar.