Dormir durante 8 horas cada día es importante ya que permite descansar cuerpo y mente y afrontar el nuevo día con más energía. Nuestro ritmo de vida actual hace que muchas veces tengamos problemas de insomnio. Existen métodos naturales que ayudan a nuestro cuerpo a entrar en reposo y conciliar el sueño, entre ellos el yoga.
El yoga es un arte milenario que ha demostrado que puede mejorar nuestra calidad de vida, no solo a nivel físico sino también a nivel mental y espiritual.
Estos son los beneficios de practicar yoga:
- Reduce la ansiedad y el estrés: La práctica del yoga ayuda a reducir el nivel de cortisol (la hormona relacionada con el estrés).
- Mejora la salud del corazón: El yoga puede ayudar a proporcionar sentimientos de tranquilidad que se reflejan en la salud del paciente ya que pueden ayudar a disminuir la presión arterial.
- Refuerza el sistema inmunológico: La práctica de yoga favorece un mejor funcionamiento de los órganos implicados en el sistema inmunológico, aunque hay algunos más específicos para el timo o el bazo, mientras que otros buscan incrementar la capacidad de generación de células linfoides.
- Fortalece los huesos y músculos: Además de mejorar la musculación, el yoga protege los huesos y frena la pérdida de masa ósea, evitando problemas como la osteoporosis.
- Mejora la respiración: Pranayama es una práctica de yoga que se enfoca en controlar la respiración a través de ejercicios y técnicas específicas para lograr este objetivo.Esto puede ser especialmente importante para las personas con enfermedades pulmonares, problemas cardíacos e incluso asma.
- Mejora la calidad del sueño: Practicar yoga aumenta los niveles de melatonina, nuestra hormona reguladora del sueño, favoreciendo un sueño reparador.
Situaciones como el confinamiento han hecho que muchas personas se animen a explorar todos sus beneficios ya que puedes practicarlo en casa.
Hay distintos tipos de yoga:
- Hatha: Con un ritmo tranquilo, se trata de una de las ramas más conocidas en todo el mundo. Sus asanas son relativamente sencillas e incluye meditación y respiraciones en su práctica.
- Vinyasa: A diferencia del anterior estilo, añade un poco más de intensidad física a la práctica, con transiciones más rápidas y fluidas y menos posturas estáticas.
- Ashtanga: Ideal para quienes buscan una práctica física más exigente, el Ashtanga yoga trabaja especialmente la resistencia y la flexibilidad del cuerpo. Se trata de uno de los estilos más buscados por aquellas personas que desean perder peso, por ejemplo.
- Kundalini: A diferencia de los casos anteriores, el Kundalini se centra especialmente en la parte más introspectiva de la práctica, reforzando aspectos como la meditación o las respiraciones.
La práctica de yoga ayuda a desarrollar el cuerpo y la mente trayendo muchos beneficios de salud aunque no es un sustituto de las medicinas. Es importante aprender y practicar posturas de yoga bajo la supervisión de un instructor.
Puedes también practicar yoga en nuestra cama y aprovechar su tamaño para poder estirar bien, así como su firmeza y comodidad para hacerlo de una manera adecuada y sin hacernos daño. Si nuestro Colchones nos proporciona un descanso óptimo y una buena postura durante la noche, en nuestra sesión de yoga, disfrutaremos de las mismas ventajas.
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