Como ya comentamos recientemente en este blog, un reciente estudio reveló que dormir menos de seis horas produce “cambios sustanciales en la regulación del apetito, el metabolismo e inclusive el control de la presión arterial”.
Aunque no se suele relacionar el sueño con el hambre lo cierto es que existe una estrecha relación entre cómo dormimos y cómo comemos.
El sobrepeso se puede deber a la falta de sueño
El sobrepeso se debe a la mala alimentación, la mayoría de las veces, sin embargo, en recientes estudios se demostró que la falta de sueño y el insomnio están relacionados con la cantidad y calidad de los alimentos que comemos, con la disminución de los niveles de leptina –hormona de la saciedad- y el aumento de grelina –hormona de la sensación de hambre-.
La gente que duerme menos tiene más probabilidades de padecer obesidad y mayor índice de masa corporal, afectando principalmente a niños y jóvenes.
En otros análisis se demostró que el no dormir correctamente, en tiempo y forma, causa necesidad de comer alimentos más grasosos, pues el cuerpo intenta reemplazar con carbohidratos la energía que no “recargó” durante la noche.
Para que una dieta resulte al 100 por ciento, también debe considerarse que el sueño es una parte importante, pues además de cuidar de nuestra piel y pelo, y recargar energías, también nos ayuda a tener un mejor metabolismo.
Deberás ser una persona disciplinada para que tu cuerpo se relaje completamente, dormir a la misma hora, cenar cuatro horas antes de ir a la cama y no encender ningún dispositivo electrónico por lo menos dos horas antes de acostarte.
Para eso, hay que dormir diariamente de seis a nueve horas.
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