A escasos cinco días del mes de vacaciones por excelencia compartimos desde aquí pequeñas reflexiones para que exprimas y disfrutes al máximo de tu merecida pausa anual.
Las vacaciones son un tiempo de descanso, entendiendo descanso como desconexión de la normalidad, de la rutina llena de horarios inflexibles y de obligaciones, y no como una inactividad forzosa. Unos necesitamos parar en seco, disfrutar del “dolce fare niente”, y otros, por el contrario, precisamos aprovechar cada minuto de nuestro tiempo de ocio haciendo todo lo que nuestra vida “laboral” nos impide hacer por falta de tiempo. Como siempre el equilibrio y la virtud están en el punto medio y para alcanzarlo es necesario, aunque resulte incongruente, planificar el tiempo de ocio.
El Plan V (vacaciones) que te proponemos incluye cuatro puntos básicos de fácil adopción:
- Reserva días en blanco, sin planes. Muchas veces los mejores planes e ideas surgen cuando no los buscas en los momentos de relajación y reflexión personal, en esos ratos que reservas para ti mism@.
- Si tienes asuntos pendientes que supongan una obligación, establece horarios fijos y limitados, para resolverlos. No te dejes llevar por la pereza: hazlos y acábalos, cuanto antes mejor.
- Haz cosas nuevas y diferentes. Si viajar no entra en tus planes, busca fuentes nuevas donde aprender cosas distintas ya sean culturales, deportivas o simplemente lúdicas.
- Disfruta de todo lo que hagas, hasta de esas tareas domésticas que tan poco te gustan. Dar por finiquitadas las obligaciones costosas produce mucha satisfacción.
- Duerme. No escatimes horas de sueño. Es momento de recargar baterías, no de agotarlas. El sueño y el descanso son vitales para disfrutar de todas las actividades planeadas.
Como ves, no se trata de establecer una agenda apretada y horarios imposibles, tan sólo de equilibrar el nivel de actividad y adecuarlo al tiempo de ocio. Hay tiempo para todo, sólo hace falta un poco de organización.
¡Felices vacaciones!
0 comentarios