Los hábitos del sueño son algo muy importante para nuestra salud, como ya hemos comentado en innumerables ocasiones. Sin embargo, los últimos estudios internacionales revelan que además son muy importantes para conseguir un óptimo rendimiento intelectual.
Debemos conocer la importancia que tiene dormir bien en época de exámenes ya sean los jóvenes como los adolescentes. Respetar las horas de sueño y seguir unas pautas y unos horarios que nos permitan descansar el tiempo necesario según las características de edad y salud de cada uno.
Según un estudio en Estados Unidos el 25% de los adolescentes se va a dormir después de las 23.30h. durante la semana y según este estudio se ha demostrado que esos mismos estudiantes tienden a rendir peor en el colegio y a padecer mayor estrés emocional que los compañeros que se acuestan más temprano.
Un equipo de la Universidad de Barkeley, California, realizó un estudio sobre los resultados de encuestas realizadas a adolescentes estadounidenses en los años 90 hasta que llegaron a la edad adulta. Según este estudio en el que se analizó por qué los adolescentes dormían muy poco y sus consecuencias en el largo plazo, se concluyó que entre el 45 y el 85% de los alumnos duermen menos de las 9 horas recomendadas para los días laborables. Según publica el Journal of Adolescent Health, al 44% de esos estudiantes les cuesta no quedarse dormidos en clase.
Otro estudio llevado a cabo por el equipo de Lauren Asarnow, utilizó los datos del Estudio Longitudinal Nacional sobre Salud Adolescente que está en curso y que se realiza a petición del Congreso. Éste se comenzó con encuestas durante el curso escolar 1994-1995 y otras cuatro encuestas de seguimiento. Los autores usaron los resultados de las dos primeras encuestas para estudiar el horario en el que se acostaban 2.700 adolescentes durante el año escolar y las vacaciones de verano.
Los resultados arrojados fueron que:
· Primera encuesta: el 23% de los adolescentes se acostaba a partir de las 23.15h y el 73% dormía menos de 9 horas por la noche.
· Segunda encuesta: El 22% se acostaba a partir de la 1.30 de la madrugada durante el verano y el 23% lo hacía a partir de las 23.15. Un 80% dormía menos de 9 horas.
· Tercera encuesta:
– Los que en la primera encuesta se acostaban tarde durante el año lectivo eran más propensos a padecer distrés emocional.
– Los que en la segunda encuesta se acostaban tarde no padecían ese efecto emocional pero sí lo sufrieron quienes habían dicho que se acostaban tarde en el verano.
· Los estudiantes que se acostaban tarde durante el año escolar también tenían peores calificaciones. Sin embargo, un dato que sorprendió a los investigadores fue que dormir poco no estuviera asociado con el distrés emocional
· Los que se acostaban tarde durante el año escolar en la primera y segunda encuesta también tenían peores calificaciones, un efecto que no estuvo asociado con el horario de sueño del verano.
Conclusión: El estudio no prueba que costarse tarde cause distrés emocional o problemas en la escuela sino que revela que existe una asociación.
Según el profesor Owens, los adolescentes suelen necesitar nueve horas de sueño para tener un rendimiento adecuado quien dijo que: «Las personas que duermen poco tienden a no percibir adecuadamente las consecuencias negativas de los riesgos y, por lo tanto, son más propensos a tener conductas arriesgadas.
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