Un sueño reparador es imprescindible para el ser humano. Funciona para reponer fuerzas y mantener en buen estado la salud tanto mental como física. Sin embargo, para que esto se complete, se necesitan de varios factores: el ambiente, la temperatura, la comodidad y la base adecuada. Y aunque parezca mentira nada cumple mejor esas funciones que un colchón.
Hace varias décadas había pocas opciones en el mercado para elegir el mejor colchón para dormir, casi todos estaban fabricados con el interior de lana, esta, compartimentada por cintas hacían que el relleno no se deformara demasiado. Otras en cambio carecían de la banda, de forma que las madres debían sacudir y moldearlo constantemente para eliminar el hueco. Hoy en día la historia es bastante diferente, existen múltiples colchones especializados incluso para ciertos problemas de espalda, cómodos, frescos y que te ayudan a dormir fácilmente.
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Factores que debes tener en cuenta
Es innumerable la variedad que dicen ayudan a dormir mejor, acertar en comprar el adecuado es un enorme dilema. El colchón ideal es aquel que pueda adaptarse a los factores personales del usuario, tales como las posturas al dormir, el peso, la temperatura, entre otros; sin olvidar que también deben aportar resistencia al paso del tiempo. Esto quiere decir que no todos necesitan el mismo para dormir bien, no existe uno que les funcione a todos, sino el perfecto para cada persona.
Dicha reflexión ha incrementado la fabricación de colchones personalizados según los requerimientos y el estilo de sueño de cada cliente, de manera que antes de comprar uno, debes tener en cuenta los siguientes requisitos:
¿Te mueves mucho durante la noche?
Cuando es demasiado blando, el esfuerzo para girarse es mayor, ya que estarás encajado en él y no conseguirás un descanso completo; en cambio con un colchón duro moverse durante el sueño no supondrá gran problema.
La forma de dormir es esencial
Para las personas que le gusta dormir sobre la espalda y boca arriba, el recomendado es aquel que posea cierta dureza.
Ahora si por el contrario prefieres dormir de lado o en posición fetal, vas a necesitar uno de menor dureza para que los hombros puedan adaptarse a la posición acostumbrada del sueño.
El grosor del colchón
El grosor influye en la duración del mismo, luego de elegir el adecuado es normal que también quieras que perdure el mayor tiempo posible, optar por modelos con grosores mayores de 20 cm son los mejores si buscas este aspecto, ya que tiene un mayor número de capas en su interior.
¿Duermes solo o acompañado?
El descanso en pareja es muy distinto al de una persona sola, el movimiento del otro, aparte de molestar el descanso puede hacer que el colchón se hunda por la mitad y sin importar si este hundimiento es mínimo, el cuerpo ofrece cierta resistencia a esa caída, haciendo que el reposo no sea completo, provocando también dolores musculares o contracturas debido a la postura forzada. Para estos casos los colchones con lechos independientes son perfectos debido a que se adaptan al cuerpo y peso de cada uno, manteniendo el espacio intacto entre ambos, sin transmitir movimiento.
El peso
Dependiendo de tu peso, necesitarás uno u otro que tenga las características de firmeza que más te convengan. Si tienes sobrepeso, el colchón no debe producirte sensación de atrapamiento y además debe recuperarse luego del uso cada noche. Ahora si tienes un peso ligero, los blandos son los mejores dado que se adaptan a la espalda y al resto del cuerpo fácilmente.
Tipos de colchones
El material con el que se elaboran es otro factor muy importante para determinar cuál puede ser el mejor para dormir.
Viscoelástica
La viscoelástica es un material sintético que nació como resultado del programa espacial de los años 60 desarrollado por la NASA, cuenta con propiedades innovadoras y aunque en primer lugar se concibió para aliviar la presión que otros materiales provocaban en el cuerpo de los astronautas al momento del despegue de la nave espacial, ahora es incorporado al uso doméstico gracias a los beneficios que ofrece al descanso saludable. Sus principales ventajas son:
- Se adapta a tu cuerpo sin tener la sensación de hundimiento.
- Algunos traen capas mezcladas con espumación, provocando una adaptabilidad difícil de conseguir.
- Son muy relajantes, suaves y flexibles.
- No ejercen presión en ningún punto, de manera que el cuerpo descansa de igual forma en todas las zonas.
- No produce ruido.
Látex
El látex es una sustancia natural compuesta de grasas y diversas resinas gomosas que se obtienen a partir del citoplasma de algunas plantas. A diferencia de la viscoélastica, están compuestos enteramente de un bloque de látex, tienen una gran capacidad de adaptación, elasticidad y reducción de puntos de presión. Cabe resaltar que estos necesitan una base específica y una funda protectora que les permita transpirar. Entre las ventajas que ofrece puedes encontrar:
- Es un material muy elástico.
- Promete gran adaptabilidad al cuerpo.
- Resistente a ácaros, bacterias y moho.
- Es fácil de limpiar.
- Sin puntos de presión.
Muelles
Los muelles garantizan sensaciones diversas según el tipo de muelle que integran, aunque sin duda son los más frescos del mercado gracias a los huecos entre los propios muelles que ayudan a la ventilación, siendo el idóneo para las personas calurosas. Se debe voltear cada varios meses para que no se deforme y se deteriore rápidamente. Las principales ventajas que ofrece son:
- Ligeros y de fácil manipulación.
- Se adapta a las formas del cuerpo.
- Son bastante económicos.
- Tienen alta resistencia.
- Por la buena ventilación, reduce la acumulación de ácaros y bacterias.
Espuma
Elaborado en base de poliuretano o poliéster, dentro de su gama hay muchos tipos de variadas propiedades y calidades. Aunque la densidad es la variable que más afecta la calidad y el precio del mismo. Uno de poca densidad, será incómodo y ocasionará problemas musculares. Sus beneficios son:
- Es un material bastante mullido y adaptable.
- Es el más barato que ofrece el mercado.
- La espuma resiste las deformaciones, por lo tanto, con un uso adecuado, serán de alta durabilidad.
- Las espumas de buena calidad son transpirables e higiénicas.
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