Cuando una persona está en pleno desarrollo en el vientre de su madre, pasa la mayor parte del tiempo durmiendo. Desde que nace y durante toda su vida, esta necesidad sigue siendo vital para su desarrollo y bienestar. Eso dice mucho de la importancia que tiene el descanso para el organismo.
De hecho, muchos problemas de salud, están relacionados con la falta de descanso. Existen varios factores que impiden dormir bien o descansar lo suficiente, por ejemplo, usar un colchón viejo. Si eres de los que disfruta dormir, necesitas conocer cuáles son los inconvenientes más frecuentes en este caso.
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Disminución de la calidad del sueño
Sea que estés consciente de su importancia o no, necesitas descansar. Si pasas muchas horas sin descansar apropiadamente, se refleja en la calidad del sueño. Esto también es cierto cuando duermes en un somier viejo, aunque descanses la cantidad de horas recomendadas. Si es así, es hora de revisar donde duermes. Puede que te lleves una sorpresa.
Si notas que el colchón ha perdido calidad, firmeza o propiedades, tenlo por seguro: la calidad del sueño no será la ideal. Un colchón deteriorado impide conciliar el sueño, causa intranquilidad e incluso apnea obstructiva del sueño. El resultado de todo esto es insomnio, mal humor, malestar en el cuerpo, falta de concentración y, por supuesto, estrés. Dormir en un colchón viejo es contraproducente para el organismo.
Molestias en la espalda
Si ha perdido las propiedades, como la firmeza o el soporte, produce daños al cuerpo, sobre todo, imposibilita el descanso necesario. Una parte del cuerpo donde se evidencian las dificultades es en la espalda. No es secreto que, si mantienes una postura correcta al dormir, amaneces más descansado y activo. Algo que se va a notar en el rendimiento.
Por el contrario, una postura incorrecta, ocasiona dolor y molestias en la columna vertebral, los tendones, los ligamentos e inclusive, en el cuello. La correcta alineación del cuerpo depende, en buena medida, de un colchón nuevo y de calidad. No vale la pena que sigas usándolo si ya ha pasado el tiempo recomendado de uso. Tu cuerpo te lo agradecerá.
Presencia de moho y humedades
Mientras más viejo sea el somier, más complicaciones y molestias te va a ocasionar. De seguro sabes que, al dormir, el cuerpo suda. El sudor, a su vez, produce moho con el tiempo. Adicional a esto, la piel desprende células muertas. Si ambos factores se combinan, el problema se agrava. Todo esto ocurre sin que te percates de ello.
Y mientras más tiempo tenga el colchón, más probabilidades tienes de sufrir dificultades respiratorias o alérgicas. No se trata de falta de higiene. Se trata de tener consciencia sobre esta realidad. Esto es algo que ocurre, aunque lo mantengas limpio. Si decides conservarlo a pesar de los años que tenga, el problema puede volverse crónico. Después lo vas a lamentar.
Nada aconsejable para los que tengan alergia a los ácaros o al polvo
Un colchón viejo es un enemigo potencial. No sólo afecta tu salud, sino también la calidad del sueño. Cuando tiene más de 10 años, acumula sudor, células muertas de la piel, ácaros y polvo. Condiciones que van a incrementar tus problemas respiratorios si sufres de asma o alergias.
Y si no sufres de estas enfermedades, es factible que termines desarrollando algunas. Cuando no se cambia en el tiempo recomendado, los síntomas van a persistir y, en el peor de los casos, pueden devenir otros tipos de afecciones de tipo ocular, como la conjuntivitis. No es aconsejable seguir afectando la salud o el buen descanso por esta razón.
Afecta al sistema inmunológico
Cuando el sistema inmunológico es fuerte, es más fácil evitar enfermedades. El descanso apropiado contribuye al buen funcionamiento de esta defensa natural del cuerpo. Sin embargo, cuando duermes mal por culpa de un somier viejo, el sistema inmune se debilita y lo más seguro es que aparezcan algunos virus o enfermedades como la gripe.
No olvides que hay muchas afecciones al acecho que pueden terminar afectando tu salud. Si no cambias a tiempo donde duermes, más temprano que tarde, notarás las consecuencias. Y esto sin mencionar los gastos que tendrás que realizar. Más vale prevenir que lamentar. Tu cuerpo y tu bolsillo te lo agradecerán.
Influye en la actitud del día a día
Si no duermes bien, el cansancio u otros malestares, se reflejarán no solo en tu cuerpo, sino también en las demás actividades del día. Estrés, irritabilidad, mal desempeño, enfado, frustración, somnolencia, entre otros síntomas, son algunas de las cosas que te amargan la jornada. Sin incluir las dificultades familiares que pudieran presentarse.
Las secuelas de dormir en un colchón viejo son evidentes. No son exageradas. Y, lo que, es más, pueden arruinar cualquier relación. Imagina someter a tu pareja a una tortura de este tipo. No hay amor ni cuerpo que resista semejante incomodidad. Ante la más mínima situación de afectación, lo mejor es tirarlo.
Problemas respiratorios
Si notas que con frecuencia estornudas, te cuesta respirar, presentas irritación en las fosas nasales o los ojos, es probable que la causa sea un moho en tu cama. Los problemas respiratorios son indicios de un mal dormir. Cuando sientas que no has descansado durante la noche, es posible que el culpable esté en tu cama.
Por otra parte, los famosos ronquidos durante la noche, es un problema respiratorio que empeora cuando el colchón esta viejo. Y si hay algo que afecta a tu pareja, es no poder dormir bien a causa de este inconveniente. Menos mal que existe solución. No dudes de tomar la decisión más acertada.
Estos son tan solo algunos de los problemas más frecuentes a la hora de dormir en un colchón viejo. Pero no son los únicos. También puede ocasionar dificultades de memoria, molestias en la cervical, perturbar el estado nervioso, alterar el sistema neurológico, favorecer la aparición de artritis, causar dolor en las articulaciones, incrementar la ansiedad, entre otros males.
Lo cierto es que, tener un somier viejo en la cama, además de antihigiénico, es perjudicial para la salud. A fin de cuentas, quién desea prolongar la vida útil de este medio de descanso en detrimento de su propio bienestar. Absolutamente nadie.
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