El sol y la luz natural son elementos esenciales para nuestro ritmo circadiano, nuestro “reloj interno”, y por lo tanto afectan nuestros patrones y calidad del sueño. El sol es la mejor fuente de vitamina D, fundamental para nuestro sistema inmune y nuestra salud emocional.
En verano los días se alargan y nos resulta más fácil levantarnos descansados a pesar de haber dormido pocas horas. El sol favorece enormemente el descanso. Después de un día expuesto al sol, resulta más fácil dormir y descansar. Esto se debe al efecto de los rayos UV en la hormona melatonina que se encarga de regular los ciclos de sueño. Cuando hay luz la melatonina desciende nos mantiene más despiertos y activos. Por la noche los niveles de melatonina aumentan y esto favorece el sueño.
El reciente confinamiento ha hecho que muchas personas que hasta ahora no habían tenido dificultades para dormir empiecen a tener problemas de insomnio. La falta de luz solar puede haber influido en este hecho.
Otros beneficios de tomar la luz natural son:
- Mejor concentración.
- Es un antidepresivo natural, al favorecer el bienestar general.
- Aumenta la productividad, reduciendo la fatiga crónica.
- Reduce la irritabilidad.
- Contribuye a la producción de vitamina D, que protege de ciertos tipos de cáncer.
- La vitamina D ayuda a la asimilación del calcio; por ello, tomar el sol en las primeras horas del día contribuye a la formación y buen estado de los huesos.
- Es muy eficaz para desinfectar y cicatrizar heridas superficiales (la radiación ultravioleta elimina numerosos microorganismos).
- Mejora la circulación sanguínea.
- Disminuye el nivel de glucosa en la sangre.
- Disminuye las dolencias leves.
Aunque tomar el sol tiene muchos beneficios para la salud, cuando llega el verano el sol puede llegar a ser muy agresivo tu piel. Una exposición muy prolongada a ciertas horas del día puede ser perjudicial.
Lo ideal es tomar el sol 20 minutos todos los días y, se recomienda un mínimo de 3 veces a la semana. Y sobretodo sin olvidar el uso de protección. Las consecuencias más obvias e inmediatas de una exposición prolongada y sin protección a los rayos solares son el enrojecimiento de la piel, que puede derivar en quemaduras de hasta segundo grado, y el dolor de cabeza y estados de fiebre relacionados con la insolación.
En Dormitienda somos especialistas en el descanso y en épocas de mucho calor es recomendable usar un colchón altamente transpirable que te permita dormir y descansar sin sudores.
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