Cuando llega el bebé a casa las mamas tienen que cambiar su rutina para adaptarse a las necesidades y cuidados del bebé las 24 horas del día, esto conlleva principalmente un cambio en la rutina del sueño de las madres.
Dormir en periodos de tiempo muy cortos provoca mucho cansancio que hace que repercuta a nivel emocional, se sienten más irritables, angustiadas y nerviosas, si esta situación se alarga en el tiempo puede causar la llamada depresión postparto.
Otro factor clave en la falta de sueño de las madres es la continua alimentación del bebé, si el bebé ha pesado más de tres quilos hay que alimentarlo tantas veces como el bebé lo demande, normalmente son cada dos o tres horas. La mejor alimentación para el bebé es la lactancia materna que hace que se cree un mayor vínculo entre el bebé y la madre.
El bebé tiene un ritmo de dormir, comer y estar despierto muy diferente al de sus padres, los estudios estiman que los bebés duermen ocho horas durante el día y ocho horas durante la noche interrumpiéndose cada dos o tres horas para comer. Ese descanso es importante para el buen desarrollo del bebé.
El cambio en la rutina del sueño y la alimentación de los padres es temporal ya que va mejorando cuando el bebé va creciendo y madurando.
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