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¿Cuántos tipos de nórdicos podemos encontrar y cuáles son sus diferencias?
Dormir es una de las cosas más personales y satisfactorias que encontramos.
Todos nos levantamos con una increíble sensación de bienestar cuando hemos tenido un sueño y un descanso bien profundo y reparador.
Eso sí, en Dormitienda estamos seguros de que, si juntáramos a todas las personas del mundo, nos sorprendería, y mucho, los diferentes gustos y preferencias que muchos de nosotros manifestamos a la hora de irnos a descansar después de un día bien intenso.
Si recordáis, hace unos días estuvimos hablando sobre los diferentes tipos de colchones que existen y, sobre todo, la importancia de saber elegir un buen colchón que nos garantice el mejor descanso.
Con la llegada del frío, somos cada vez más los que optamos por un edredón nórdico por su comodidad y ligereza en lugar de la clásica manta o los antiguos edredones.
Pero, ¿sabías que existen diferentes tipos de nórdicos pensados para acoplarse de la mejor manera a nuestras necesidades y gustos para dormir?
Os lo contamos a continuación.
¿Por qué cada vez más personas optan por la compra de un edredón nórdico?
En general, cada vez somos más conscientes de los beneficios que un buen descanso tiene para nuestra salud. Y cuando decimos esto, ya no solo nos referimos a intentar dormir 8 horas al día o que las horas que durmamos sean de calidad. También la importancia que tiene la elección de un buen colchón, por ejemplo, que nos ayude no solo a descansar, sino que contribuya a cuidar y mejorar nuestro estado físico.
Con la llegada del frío, sucede lo mismo con nuestra ropa de cama. Un exceso de calor o de frío, por citar dos cuestiones relativamente comunes, puede hacer que vuestro descanso no sea el adecuado.
Desde Dormitienda siempre hacemos mucho hincapié en la importancia del edredón para ayudar a dormir y descansar de la mejor manera.
En este sentido, encontramos diferentes tipos de nórdicos que se adaptan a nuestros gustos y, sobre todo, a nuestras necesidades.
Pero si algo tienen en común, es la ligereza que consigue su composición, lo que hace que durmamos mucho más cómodos y con una sensación mucho más agradable. Además, en la actualidad los edredones nórdicos, como los fabricados en Dormitienda, cuentan con tejidos que provocan el llamado “efecto atérmico” que consigue que los edredones nos ofrezcan la temperatura que nuestro cuerpo necesita para dormir.
Al margen, los diferentes edredones se pueden encontrar con diversos gramajes que aumentan o disminuyen su calor en función de si somos personas propensas a tener frío o calor.
¿Existen diferentes tipos de edredones nórdicos?
Los edredones nórdicos se pueden encontrar en múltiples formas, ya sea por su tamaño o bien por su gramaje. De esta manera puede adaptarse a todas las medidas de colchones y temperaturas.
Pero, más allá de esta clasificación, merece la pena detenerse y conocer mejor su composición.
En nuestro caso, nuestros nórdicos están compuestos bien de fibra o microfibra, o de plumón.
Los primeros destacan por su tacto mullido y su ligereza, lo que es idóneo para las personas que prefieren una temperatura media. En cambio, los de plumón, consiguen mantener una temperatura medio-alta a pesar de su ligereza y de permitir una movilidad realmente alta mientras dormimos.
En Dormitienda, además, disponemos de nuestros edredones Ecofriendly, mucho más respetuoso con el medio ambiente, así como los edredones con tratamiento de aloe vera lo que contribuye a evitar la condensación de calor debajo del edredón.
¿Qué ventajas ofrecen los edredones nórdicos frente a la ropa de cama más convencional?
Como hemos visto, los edredones nórdicos están diseñados para garantizar el máximo confort mientras descansamos, tanto por su adaptabilidad como por la capacidad de regular la temperatura.
Pero hay mucho más. Desde un punto de vista meramente estético, los edredones nos permiten cambiar su funda tantas veces como diseños queramos tener, por lo que siempre nos van a permitir innovar y cambiar.
Además, esta funda hace las veces de protector por lo que el edredón se mantendrá limpio durante mucho más tiempo.
Por otro lado, al ser realmente ligeros, son fáciles de transportar y de manipular en el momento de hacer la cama.
En cuanto a su mantenimiento, podemos lavarlos en casa simplemente haciendo caso a las recomendaciones de lavado que figuran en la etiqueta. Posteriormente, basta con extenderlos encima de la cama una vez secos de forma que no es necesario su planchado.
No olvidemos, con los cambios de estación, que los edredones se pueden volver a guardar en su bolsa original ocupando un lugar mínimo en nuestro armario o canapé abatible.
Si aún tenéis dudas sobre este o cualquier otro producto, podéis contactar con Dormitienda en el teléfono gratuito 900 701 078 y nuestros especialistas os asesorarán en todo lo necesario.
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